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La cuestión es que más allá de las consecuencias físicas de la maternidad, (que son intransferibles mientras seamos nosotras las embarazadas), la mujer suele salir perdedora si pretende una vida que incluya hijos y algo más. Y eso es culpa de una construcción social y una educación mamada desde hace siglos donde hasta los padres más implicados se quedan cortos.
Mujeres, que os den, pero además sonriendo por favor. 

Mll D.

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